quarta-feira, 26 de maio de 2010

Entrevista do cientista político Prof. Luís Moniz Bandeira - La Onda


Moniz Bandeira
Entrevista concedida ao Jornal








El papel de Brasil en

lograr el acuerdo con Irán:

análisis del cientista político

Prof. Luís Moniz Bandeira
El lunes 17 de mayo un hecho casi sin precedentes sacudía las cancillerías y los gobiernos de todo el mundo: una de las potencias emergentes lograba modificar el curso de uno de los conflictos internacionales más peligrosos de la actualidad. Brasil con su presidente a la cabeza, Luis Inacio Lula Da Silva, lograba que Irán accediera a un acuerdo por el que este enviara la mayoría de su uranio enriquecido a Turquía
a cambio de combustible nuclear.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, rindió homenaje a Brasil y Turquía por el acuerdo con Irán, pero el gobierno de los EE.UU. se mostró contradictorio, presentando junto al Grupo 5+1 un proyecto de resolución en la ONU que prevé nuevas sanciones contra Teherán. La ONDA digital entrevistó al cientista político brasileño Prof. Luís Moniz Bandeira, especialista en Estados Unidos y en la política exterior de Brasil,  sobre los distintos elementos que están en juego tras el acuerdo con Irán.

- ¿Que significado tiene el acuerdo entre Irán, Brasil y Turquía para la situación internacional? ¿Este acuerdo puede llegar ha evitar un nuevo conflicto bélico, como el de Irak?
– Creo que la situación de Estados Unidos es muy difícil, porque no les interesa ningún tipo de acuerdo, aunque el presidente Barack Obama diga que prefiere la vía diplomática, por medio de negociaciones con Irán. Pero me parece muy improbable un conflicto bélico. También es muy poco probable que va a emprender cualquier acción militar.  La escuadra de Estados Unidos, en el Golfo Pérsico, aunque está armada con misiles nucleares, no está en condiciones de usarlos. Bombardear las usinas atómicas que dicen existir en Irán es muy difícil. Si existen, están dentro de las montañas, en las cavernas, y los satélites no pueden ubicarlas. Además, trabar una guerra en Irán, sería otro desastre y mayor aún que en Irak y Afganistán. Los Estados Unidos tienen tropas en todas las regiones del mundo, pero sus Fuerzas Armadas están agotadas y enfrentan dificultades para reclutamiento de soldados. Mientras tanto los problemas - indisciplina, deserciones, ausencias sin justificativas - aumentan en las tropas que están en Irak y Afganistán, cuyo moral está cada vez más bajo.

Por otra parte, los recursos financieros de Estados Unidos, con una deuda pública que no tienen como pagar, están agotados.  La crisis en el Medio Oriente se agravaría al extremo. El precio del petróleo se alzaría de tal forma que los Estados Unidos y Europa no lo podrían soportar. Las consecuencias económicas serían fatales para el llamado Occidente, ya hundido en una profunda crisis financiera, peor tal vez que desencadenada por el colapso de la Bolsa de Valores de Estados Unidos, en 1929.

Igualmente no creo que a Israel le interese llegar a un conflicto armado con Irán. La enorme asimetría demográfica y geográfica puede ser decisiva. Irán, como he dicho, tiene más de 66 millones de habitantes y un territorio con más de 1,5 millón de kilómetros cuadrados. No está desarmado, como Irak. Irán posee armamentos, misiles que, aunque sin artefactos nucleares, pueden devastar a Israel y las bases de Estados Unidos en Irak y Afganistán, donde se encuentran casi 250 mil soldados, afuera los enviados por otros países de la OTAN. Por su vez, Israel, es militarmente mucho más fuerte que Irán, porque tiene armas nucleares, pero es un país muy pequeño,  con cerca de 7,2 millones, que ocupan un área de alrededor de 22.000 kilómetros cuadrados. Una franja de tierra que algunos cohetes con bombas, no necesariamente nucleares, pueden borrar del mapa. Esos datos son muy importantes para la evaluación de lo que puede ocurrir en el Oriente Medio.

Poco después Estados Unidos celebró el paso positivo alcanzado, pero indicó que mantiene sus planes de sanciones sobre Irán. ¿Porqué EE.UU. insiste en la vía de confrontación total para solucionar este conflicto con Irán?
- El problema es mucho más complejo de lo que se imagina. Es económico,  político y geopolítico. La cuestión del enriquecimiento del uranio es un simple pretexto. El objetivo de los Estados Unidos y de las potencias que los apoyan es estrangular económicamente a Irán y derrocar al presidente MahmoudAhmadinejad, por medio de duras sanciones, para someter el país a su dominio.

El  desarrollo de Irán, como potencia económica y política en el Medio Oriente, no les conviene, como no le conviene a Israel y, tampoco, a Arabia Saudita. Y ahí el factor religioso se torna también político, incluso para los Estados Unidos, que derrocaron a Saddam Hussein, un sunita, y posibilitaron la asunción al poder de los chiítas, de la misma corriente islámica que los gobernantes de Irán y que son la mayoría de la población en Irak.

El temor en los Estados Unidos, el cual comparte con Arabia Saudita, es que Irak, económicamente fragilizado por la guerra y bajo el dominio del los chiítas, quede en la órbita de Irán, tras la retirada de sus tropas.  Eso parece inevitable. E Irán e Irak juntos, además de controlar las dos grandes reservas de petróleo del Golfo Pérsico, serían una enorme fuerza chiíta que podría influir sobre las minorías chiítas existentes en el Líbano y en otros países árabes. Los chiítas y sunitas son dos ramas del islamismo, rivales e inconciliables. 

Esas son algunas de las razones por las cuales los Estados Unidos insisten en las sanciones. Pero, como dije, no es viable una guerra. La amenaza que Irán podría representar si enriqueciera uranio es retórica. Hay una guerra psicológica que los Estados Unidos promueven, para mantener un clima de temor y así justificar la producción de armamentos por parte de su industria bélica. Y esa industria bélica factura millones de millones de dólares, vendiendo al Pentágono, con sobreprecio e indudablemente pagando voluminosas comisiones a los intermediarios del negocio, políticos, militares y miembros del gobierno y del Congreso, que hacen o aprueban  el presupuesto del Pentágono, anualmente, para la encomienda y compra de armamentos.

El gobierno de Estados Unidos así sustenta la industria bélica, de la cual depende hace muchos años la economía del país.  Y ahí los intereses de las grandes corporaciones se confunden con los intereses de los militares y políticos, que ganan comisiones, propinas y contribuciones para la campaña electoral, y determinan las políticas del gobierno, ya sea si el presidente es del Partido Republicano o del Partido Demócrata. La corrupción es intrínseca al complejo industrial-militar, contra el cual el presidente Dwight  Eisenhower había advertido, cuando dejó el gobierno en enero de 1961.

- De acuerdo a la política norteamericana, ahora Obama tiene dos problemas: Irán y el creciente papel de Brasil en el ámbito internacional. ¿Este papel de Brasil puede traerle una confrontación directa con los EEUU?
– No es la primera vez que la política exterior de Brasil se confronta directamente con los intereses de Estados Unidos. En la primera mitad de los años 1960, Brasil se opuso a las sanciones contra Cuba, en la OEA, donde impidió que los Estados Unidos consiguieran aprobar la intervención armada para derrocar al régimen revolucionario de Fidel Castro. Durante al régimen, después del golpe de 1964, los gobiernos militares tuvieron varias divergencias comerciales y políticas con los Estados Unidos. La confrontación fue muy profunda, cuando el presidente Ernesto Geisel (1974-1989) reconoció a los gobiernos revolucionarios de Angola y Mozambique, firmó el Acuerdo Nuclear con Alemania (1976) y denunció el Acuerdo Militar con los Estados Unidos (1977). Y es bueno no olvidar que los esfuerzos de los Estados Unidos para imponer el proyecto de implantación del ALCA fracasaron debido, sobre todo, a la oposición de Brasil, que contó con el respaldo de Argentina.

Esas contradicciones son normales, una consecuencia de la emergencia de Brasil como potencia industrial y que se puede considerar, actualmente, como una potencia política con influencia global. Pero los dos países – Estados Unidos y Brasil - tienen que mantener buenas relaciones, relaciones maduras, a pesar de las contradicciones y divergencias, y cooperando en los puntos donde sus intereses coinciden.

- En los EE.UU. parece haber dos enfoques distintos sobre este tema, el del presidente Obama que dice que es “un paso positivo” y el de la secretaria Hillary Clinton, quien se mostró escéptica sobre  la gestión de Lula. ¿Qué esta pasando en los EE.UU. con relación a este tema?
– El presidente Barack Obama no tiene el control del Estado americano, ni siquiera de su gobierno, donde hay muchas discrepancias y contradicciones. Hasta hoy él no cambió esencialmente la política exterior del presidente George W. Bush. Intensificó el envío de tropas hacia Afganistán y, a un año de su administración, ya murieron más soldados americanos - cerca de 1.000 - más que en los ochos años de guerra, desde que empezó en 2001. 

Dentro de su gobierno, hay corrientes más moderadas, otras belicistas y éstas, de cierto modo, predominan. Tan cierto es esto que el presidente Barack Obama tuvo que aceptar el golpe de Estado en Honduras. Su tendencia personal es distinta de la Hillary Clinton, aunque pertenezcan al mismo Partido Demócrata. Ella tiene otros intereses electorales, quiere agradar al lobby judaico, cuyo poder es inmenso, y anunció que tenía un proyecto de sanciones listo para lograr un efecto de propaganda y mermar el impacto del éxito diplomático de Brasil y Turquía, que dejó a los Estados Unidos en una situación muy embarazosa, muy difícil.

Lo que Brasil y Turquía consiguieron fue que Irán aceptara, con una pequeña modificación, la propuesta hecha por los Estados Unidos hace ocho meses. Fue el resultado de un notable trabajo diplomático. Pero ahora Hillary Clinton alega que Irán no inspira confianza. ¿Y los Estados Unidos? ¿Tienen alguna credibilidad?  ¿Inspiran confianza? Ninguna. Es bueno recordar en momentos como este, las informaciones falsas para justificar la invasión de Irak.

El presidente George W. Bush y Collin Powel, su secretario de Estado, decían que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva. Y estas no existían. El alegato fue un simple pretexto para la invasión y derrocar a Saddam Hussein. Los Estados Unidos solamente hicieron la guerra porque sabían que Irak estaba desarmado. ¿Y ahora quién puede creer en lo que dicen sobre Irán? La realidad, y eso la historia lo comprueba, es que son los Estados Unidos que no tienen credibilidad y no inspiran confianza. Hasta el día de hoy, no cumplieron con el Tratado de No-Proliferación Nuclear (TNP), manteniendo sus arsenales atómicos.

- Algunos analistas dicen que Brasil, con estas gestiones ante Irán, quiere quitarle protagonismo al presidente de Venezuela Hugo Chávez que mantiene una buena relación con el presidente iraní. ¿En qué medida la gestión del presidente Lula, tiene que ver con la relación Venezuela Irán?.
– Es una estupidez lo que dicen tales analistas. Son ignorantes. El protagonismo del presidente Hugo Chávez no le molesta a Brasil,  que desarrolla una política externa según sus intereses nacionales. Desde por lo menos 1986, domina el ciclo tecnológico completo del enriquecimiento del uranio, por medio de la ultra-centrifugación, una tecnología que pocos países dominan. Eso lo permitiría producir la bomba atómica, si quisiera.  La planta de las Industrias Nucleares deBrasil (INB) funciona en Resende, al sur del Estado de Río de Janeiro. Y con  la  consolidación de la producción de uranio enriquecido, Brasil ahorrará anualmente cerca de US$ 100 millones con las importaciones para abastecer las usinas atómicas Angra 1 y 2. Ese gasto terminará antes de 2014, cuando la INB alcance la capacidad de atender la demanda de todo el parque nuclear de Brasil, incluyendo Angra 3 y las otras que serán construidas hasta 2030.

Hace pocos años, ya bajo el gobierno del presidente Lula da Silva, Brasil resistió a los intentos de Estados Unidos para que se sometiera a sus instalaciones nucleares e inspecciones amplias con intrusión de la AIEA, sin aviso previo etc. El hecho es que Brasil ha desarrollado ultra-centrífugas, que hacen cerca de 20.000 rotaciones por segundo para el enriquecimiento de uranio. Estas son consideradas las mas modernas que existen en el mundo. Y a los Estados Unidos y a las otras potencias nucleares, que no permiten inspecciones en sus plantas nucleares, les interesa conocer los secretos de las ultra-centrífugas de Brasil. El objetivo es espionaje. Brasil no permitió este tipo de inspecciones y alcanzó un acuerdo con la AIEA. Ahora los Estados Unidos y las otras potencias presionan para que Brasil firme un Protocolo Adicional al TNP para abrir las puertas de su planta nuclear y permitir amplias inspecciones por la AIEA.

El propósito es el mismo: espionaje. Brasil no firmará ese Protocolo Adicional al TNP. Es contrario a sus intereses nacionales. Y ahí también está confrontando con los Estados Unidos. Pero, la diferencia con otros países, es que Brasil desarrolla su política exterior, con actitudes y acciones concretas y no con retórica agresiva, radical. No la desarrolla mirando a otro país y mucho menos disputa liderazgo con Venezuela, cuya integración al Mercosur es un objetivo estratégico de su política exterior.  Por otro lado, Venezuela, ahora, no es miembro rotativo del Consejo de  Seguridad de la ONU. Y, aunque lo fuera, no tiene el suficiente peso económico y político internacional para intermediar en un conflicto como el que ocurre entre los Estados Unidos e Irán. Y, aunque tenga buenas relaciones con el presidente Mahmoud Ahmadinejad, el presidente Hugo Chávez no tiene influencia y condiciones de diálogo con ninguna potencia europea, mucho menos con los Estados Unidos. Varias de sus iniciativas erráticas, explotadas por los medios de comunicación, le crearon un enorme rechazo en el exterior. Incluso los que lo apoyan también le hacen severas críticas en este sentido. Su protagonismo, hoy,  está limitado a los sectores más radicales de la izquierda en América Latina.
LA ONDA® DIGITAL


domingo, 23 de maio de 2010

Modernidade de Antigamente

Nada Mudou


Faz alguns anos que tenho vivido muito o mundo virtual e me descuidado do mundo real. 

A televisão tá um saco. De um lado evangelizadores e do outro novelas e BBBs.

Preciso sair. Ir ao cinema, ao teatro, a um show que seja do meu agrado. 

Era bom sair por aí, ver vitrines de lojas nas ruas da cidade,apreciar as mercadorias disponibilizadas pelos camelôs, experimentar uma roupa, ou um sapato, tomar um sorvete na Ribeira, ou na cubana, entrar em uma das muitas igrejas que conheço e naquelas que ainda preciso conhecer.


Os cinemas de bairro morreram, restam as caixas de fósforos dos shoppings. 

A rua perdeu o glamour. A Chile era a passarela da moda, um ponto de convergência social, hoje está quase sem vida.

O comércio não é mais o mesmo e tem um monte de prédios largados. As ruas estão imundas. A sujeira é uma só e a sensação é de abandono. 

O porto insiste em permanecer em local errado e não temos uma via litorânea que interligue Itapagipe à Itapuã. O trânsito não é pensado no futuro. Somos uma cidade sem planejamento urbano. Não por falta de urbanistas, mas por falta de vontade política.

Querem uma ponte para Itaparica e o trânsito em Salvador é tão caótico, quanto "insoluvel". 

Há solução pra tudo e a ligeireza de uma ponte pouco debatida não me parece uma prioridade. Esqueceram o metrô ? 

É verdade que a Ilha vem sendo devastada e que não vejo mais aquele tapete verde que revestia seu belo relevo. É o preço do progresso? 

A fúria gananciosa do poder ecônomico andou degradando a sagrada ilha de Itaparica, tão rica em história e estórias. 

A Ilha está ficando careca pelo acentuado desmatamento. Mas isso não justifica a construção de uma ponte, só intensificaria os problemas existentes. 

Seria muito mais uma "ponte pra inglês ver" do que uma obra necessária. 

Lembra o tempo da megalomania que tomou conta do Brasil, nos anos 70. 

Depois, esta ponte nos remete a um filme antigo que interligava uma ponte que só servia para comunicar governantes, com empreendedores donos do poder econômico, ambos com interesses inconfessáveis, salvo o argumento de que a querem o progresso. 

Mas o progresso de quem ? Esse filme já passou, ou não?

Existem outras alternativas recomendáveis?

Se for passear pela cidade verei coisas belas, lindas garotas, em planos e sentidos, mas não deixarei de verificar os contrastes e contradições nela existentes. 

Passear de carro pela Av. Gal Costa nos conduz a uma outra cidade - que não deixa de ser bonita - favelizada. 

Um amontoado de casas, com becos estreitíssimos, escadas, ladeiras sinuosas, como se fosse um cortiço em mega escala. 

Ali o Estado vive ausente e as leis que imperam são as leis da selva, como se os espiritos dos índios (trucidados) e dos escravos (supliciados) ali se encontrassem em busca de uma vingança ignóbil; 

Mas vendo aquele mundo à parte, enquanto observo a outra cidade, verifico quantos erros cometemos em nosso silencio, de quase conivência, com o "deixa estar" legado pelos governantes e legisladores desta cidade. 

Mudaram-se os tempos e a tecnologia, mas o pensamento do "deixa-estar-pra-ver-como-é-que-fica", ou pra ver se "cola"... Algo do tipo: "se viu tô brincando, se não viu, tô levando. A mentalidade é tão moderna e nobre quanto àquelas de antigamente. 

Reclamamos de tudo. Nos queixamos da violência urbana. Nunca procuramos humanizarmo-nos, quanto mais humanizarmos o que precisa ser;  

Não precisamos de máquinas, mas de humanidade, como diria Chaplin em seu Último Discurso, de O Grande Ditador. 

Não pretendo ser líder de nada, mas devo permanecer atento e cobrar satisfação das autoridades públicas.

Não peço favor nenhum! Só espero que não me tragam o espírito do David Nivem, pra inaugurar a nova e moderna Ponte do Rio Kwai (THE BRIDGE ON THE KWAI RIVER). Nem façam disso um novo filme tipo UMA PONTE LONGE DEMAIS, com tantas estrelas brilhantes.  

Pra que eu quero uma ponte se aqui temos tantos e tantos problemas para serem resolvidos?

Depois não me venham falar mais em pedágios para transitarmos pelo que deve ser um bem público. 

Basta o solo que nos retiram durante a folia momesca, com a privatização do solo, pelos blocos de corda.

Eu não sou otário, nem milho pra virar pipoca, comprimido entre as cordas e paredes, ou correndo na rabada dos blocos. 

Povo feliz, que pula que nem milho quando vira pipoca e nem se toca com o que estão fazendo com ele, tão acostumado a ser barrado nos bailes da vida, por falta do "real".

Triste Bahia ! Volto ao mundo virtual. 


Entre o céu e o inferno, fico resmungando no purgatório..


Agora chore !
SPH / LLF

domingo, 9 de maio de 2010

Catástrofes Ambientais, Energia Nuclear e Protocolo Adicional

Opinião 
/ Internacional
 | 09:22
03/05/2010
Catástrofes Ambientais, Energia Nuclear e Protocolo Adicional

1. O acúmulo de gases de efeito estufa na atmosfera provoca o aquecimento global e suas catastróficas conseqüências cerca de 77% desses gases correspondem a CO2, dióxido de carbono, resultado inevitável da queima de combustíveis fósseis para gerar energia elétrica e para movimentar indústrias e veículos, desde automóveis a aviões e navios. Esta é a base da economia industrial moderna, desde a construção de uma máquina a vapor, capaz de girar uma roda, em 1781, por James Watt.
2. A redução das emissões de dióxido de carbono é essencial para impedir que a concentração de gases, que hoje alcança 391 partículas por milhão, ultrapasse 450 ppm. Este nível de concentração corresponderia a um aumento de 2ºC na temperatura, um limiar hoje considerado como o máximo tolerável, devido ao degelo das calotas polares e ao aquecimento dos oceanos o que, ao ocorrer de forma gradual e combinada, levaria à inundação das zonas costeiras de muitos países, onde vivem cerca de 70% da população mundial.
3. Todavia, desde a assinatura do Protocolo de Quioto, em 1997, que estabeleceu metas para 2008-2012 de redução dessas emissões a níveis 5% inferiores àqueles verificados em 1990, a emissão de gases de efeito estufa aumentou.
4. 70% da energia elétrica nos Estados Unidos é gerada por termoelétricas a carvão e gás ; 50% da energia elétrica produzida na Europa é gerada por termoelétricas a carvão e a gás; 80% da energia elétrica chinesa tem como origem termoelétricas a carvão.
5. Em grande medida, a solução da crise ambiental depende, assim, da transformação radical da matriz energética, em especial das usinas de geração de eletricidade de modo a que venham a utilizar fontes renováveis de energia.
6. Muitos dos países que são importantes emissores de gases de efeito estufa que teriam de transformar suas matrizes energéticas (responsáveis por 70% das emissões desses gases), não têm recursos hídricos suficientes (China, Índia, Europa etc.) ou não têm capacidade para gerar energia eólica e solar economicamente, fontes que por serem intermitentes (a usina eólica funciona, em média, 25% do tempo e a solar somente durante período do dia) não asseguram continuidade de suprimento e nem sua energia pode ser armazenada. Mesmo a produção econômica de energia a partir da biomassa (etanol) se aplicaria mais à substituição de gasolina e diesel em veículos do que à produção de energia elétrica.
7. Resta, assim, a energia nuclear como solução viável para a geração de energia elétrica em grande escala, uma vez que estão superados os problemas ambientais e de segurança. A energia nuclear, que hoje responde por 20% da energia elétrica produzida nos Estados Unidos; 75% na França; 25% no Japão e 20% na Alemanha, é produzida, como se sabe, a partir do urânio.
8. Patrick Moore , fundador do Greenpeace, foi enfático ao declarar: “a energia nuclear é a única grande fonte de energia que pode substituir os combustíveis fósseis.”
9. 81% das reservas de urânio conhecidas se encontram em seis países. O Brasil tem a 6ª maior reserva de urânio do mundo, tendo ainda a prospectar mais de 80% do seu território e a estimativa é de que o Brasil pode vir a deter a terceira maior reserva do mundo. Cinco companhias no mundo produzem 71% do urânio.
10. O urânio na natureza se encontra em um grau de concentração de 0,7%. Para ser usado como combustível esse urânio tem de ser minerado, beneficiado, convertido em gás, enriquecido aa cerca de 4%, reconvertido em pó e transformado em pastilhas, que é a forma do combustível utilizado nos reatores.
11. Este processo industrial é extremamente complexo e apenas oito países do mundo detém o conhecimento tecnológico do ciclo completo e a capacidade industrial para produzir todas as etapas do ciclo. Um deles é o Brasil.
12. O Brasil combina, assim, a posse de reservas substanciais, e potencialmente muito maiores, com o conhecimento tecnológico e a capacidade industrial além de deter a capacidade industrial que permitiria produzir reatores.
13. Apesar da Agência Internacional de Energia Atômica prever um crescimento moderado da demanda por urânio enriquecido, o fato é que países como a China e a Índia necessitarão de instalar capacidades extraordinárias de usinas não poluentes para aumentar a oferta de energia elétrica sem aumentar de forma extraordinária suas emissões de CO2. A China planeja aumentar sua capacidade instalada total de geração de energia elétrica em 100.000 MW por ano, o que equivale a toda a atual capacidade brasileira.
14. Caso os países desenvolvidos não aumentassem sua produção industrial e pudessem assim ser mantidos os atuais níveis de geração de eletricidade e, portanto, de emissão de gases e os grandes países emergentes também não aumentassem suas emissões atuais de gases (e portanto mantivessem sua produção atual, com crescimento econômico zero) o nível de limiar do aumento de temperatura, 2ºC seria atingido muito antes do previsto,e até ultrapassado.
15. Assim, é necessário e urgentíssimo diminuir a emissão de gases de efeito estufa e, ao mesmo tempo, manter o crescimento econômico/social elevado para retirar centenas de milhões de seres humanos da situação abjeta de pobreza em que vivem. Isto só é possível através da geração de energia elétrica a partir do urânio. Para gerar 1Kw de energia elétrica, uma usina a carvão gera 955gramas de CO2; uma usina a óleo 818g; uma usina a gás gera 446g e a usina nuclear 4g (quatro!) de CO2.
16. Portanto, os países grandes produtores de energia terão de mudar sua matriz energética, cuja base hoje são combustíveis fósseis, para utilizar combustíveis renováveis e não-fósseis como a energia nuclear que é a única que atende aos requisitos de regularidade, de suprimento, de economia e de localização flexível.
17. Todavia, os extraordinários interesses das grandes empresas produtoras de petróleo, de gás e de carvão dos países que detém as principais jazidas desses combustíveis fósseis: carvão (Estados Unidos e China); gás (Rússia e EUA); e petróleo (Arábia Saudita, etc.) e os custos, difíceis de exagerar, de transformação de suas matrizes energéticas e de seus hábitos de consumo, tendem a influenciar as considerações dos técnicos que elaboram aquelas estimativas conservadoras da Agência Internacional de Energia – AIE, que preveem o contínuo uso de combustíveis fósseis e um pequeno aumento de demanda por energia nuclear nos próximos anos.
18. Apesar de tudo, a deterioração das condições climáticas e fenômenos extremos farão com que a urgência de medidas de reorganização econômica se imponham, inclusive pela pressão dos cidadãos sobre os governos apesar da contra-pressão dos interesses das mega-empresas. Assim, apesar daquelas estimativas modestas, o mercado internacional para urânio enriquecido será extremamente importante nas próximas décadas, caso se queira evitar catástrofes climáticas irreversíveis.
19. Certas iniciativas dos países nucleares, sob o pretexto de enfrentar ameaças terroristas, podem afetar profundamente as possibilidades de participação do Brasil nesse mercado.
20. Essas iniciativas se caracterizam por procurar concentrar nos países altamente desenvolvidos a produção de urânio enriquecido e de impedir sua produção em outros países, em especial naqueles países que detêm reservas de urânio e a tecnologia de enriquecimento. Em outros países, que são a maioria, o tema não tem importância, e serve apenas para criar meios de pressão sobre os primeiros. Isto afeta diretamente o Brasil, do ponto de vista econômico e de vulnerabilidade política.
21. Por outro lado, esses países procuram restringir por todos os meios a transferência de tecnologia, procuram impedir o desenvolvimento autônomo de tecnologia e procuram conhecer o que os demais países estão fazendo, sem revelar o que eles mesmos fazem. O Protocolo Adicional aos Acordos de Salvaguarda com a AIEA, previstos pelo TNP (Tratado de Não Proliferação) é um instrumento poderoso, em especial naqueles países onde há capacidade de desenvolvimento tecnológico, como é o caso do Brasil. Onde não há esta capacidade não tem o Protocolo nenhuma importância, nem para os que dele se beneficiam (os Estados nucleares) nem para aqueles que a suas obrigações se submetem (os Estados não-nucleares que não detêm urânio, nem tecnologia, nem capacidade industrial e que são a maioria esmagadora dos Estados do mundo).
22. A concordância do Brasil com a assinatura de um Protocolo Adicional ao TNP permitiria que inspetores da AIEA, sem aviso prévio, inspecionassem qualquer instalação industrial brasileira que considerassem de interesse além das instalações nucleares (inclusive as fábricas de ultracentrífugas) e o submarino nuclear, e tivessem acesso a qualquer máquina, a suas partes e aos métodos de sua fabricação, ou seja, a qualquer lugar do território brasileiro, quer seja civil ou militar, para inspecioná-lo, inclusive instituições de pesquisas civis e militares. Ora, os inspetores são formalmente funcionários da AIEA, mas, em realidade, técnicos altamente qualificados, em geral nacionais de países desenvolvidos, naturalmente imbuídos da “justiça” da existência de um oligopólio nuclear não só militar, mas também civil, e sempre prontos a colaborar não só com a AIEA, o que fazem por dever profissional, mas também com as autoridades dos países de que são nacionais.
23. O Protocolo Adicional e as propostas de centralização em instalações internacionais da produção de urânio enriquecido são instrumentos disfarçados de revisão do TNP no seu pilar mais importante para o Brasil, que é o direito de desenvolver tecnologia para o uso pacífico da energia nuclear. Esta foi uma das condições para o Brasil aderir ao TNP, sendo a outra o desarmamento geral, tanto nuclear como convencional, dos Estados nucleares (Estados Unidos, Rússia, China, França e Inglaterra), como dispõe o Decreto legislativo 65, de 2/7/1998: “a adesão do Brasil ao presente Tratado está vinculada ao entendimento de que, nos termos do artigo VI, serão tomadas medidas efetivas visando à cessação, em data próxima, da corrida armamentista nuclear, com a completa eliminação das armas atômicas”.
24. Todavia, desde 1968, quando foi assinado o TNP, para cá os Estados nucleares, sob variados pretextos, aumentaram suas despesas militares e incrementaram de forma extraordinária a letalidade de suas armas não só nucleares como convencionais e assim, portanto, descumpriram as obrigações que assumiram solenemente ao subscrever o TNP. E agora desejam rever o Tratado para tornar sua situação ainda mais privilegiada, seu poder de arbítrio ainda maior e a situação econômica e política dos países não nucleares ainda mais vulnerável diante do exercício deste arbítrio.
25. Ao contrário da maior parte dos países que assinaram o Protocolo Adicional, o Brasil conquistou o domínio da tecnologia de todo o ciclo de enriquecimento do urânio e tem importantes reservas de urânio. Só três países Brasil, Estados Unidos e Rússia têm tal situação privilegiada em um mundo em que a energia nuclear terá de ser a base da nova economia livre de carbono, indispensável à sobrevivência da humanidade. Aceitar o Protocolo Adicional e a internacionalização do enriquecimento de urânio seria um crime de lesa-pátria.
Samuel Pinheiro Guimarães é diplomata e ministro-chefe da Secretaria de Assuntos Estratégicos da Presidência da República.
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